TRADICIONES Y COSTUMBRES



4.      TRADICIONES Y COSTUMBRES

Piura, tierra de insignes héroes y artistas, canta en el folklore desde su mar brava hasta sus altas montañas. Según Bruno Revesz,  son  múltiples las facetas de la identidad cultural popular y regional que se dan al escuchar y al cantar: conflictos emocionales, religiosidad popular, historia de sus pueblos, encanto de la naturaleza.
El estudioso Guido Vidal Donayre, en su libro “la jarana es piurana”, señala que, hacia fines del siglo XIX, en el medio rural piurano se escuchaba el tondero y los tristre, se cantaba el yaraví y la cumananas, y al igual que en las demás regiones de la costa norte se practicaba la marinera.
Respecto a las cumananas, o coplas rimadas, cabe enfatizar – siempre siguiendo al estudioso Vidal – que se cantaba en contrapunto o desafío. La competencia se planteaba primero, en el conocimiento  de las cuartetas con sus respectivas réplicas, luego, en la improvisación de las mismas y, finalmente en los registros  y tonos de voz.
En la actualidad en yaraví, el triste y la cumanana tiene muy pocos cultores, aunque los dos primeros todavía se interpretan en las sierra Piuranas (Ayabaca, Huancabamba), el tondero cuenta con algunos pueblos en la quebrada del Alto Morropón, y marinera tienen en Sechura su mayor presencia: todas sus festividades importantes se celebran al compás de marineras, casi todas compuestas por sechuranos y ejecutadas por bandas sechuranas, muchas de ellas pertenecientes a clanes familiares que compit3en entre sí.
El tradicional de los piuranos halla eco en la frase “A mí  nadie me pisa en poncho” pronunciado no solo para proclamar su hombría, sino como u reto cuando tiran al suelo la aludida prendad, oponiéndose al posible contrincante. (Los de chalaco son bien marrajos) dicen, y hasta las piedras de camino son especiales para afilar su garantizado machete. Llama la atención el castellano castizo que hablan en Ayabaca, donde lo usual es decir
“Cobijas”, en lugar de “frazadas”

4.1. ALGARROBOS, CABRAS Y PIAJENOS

Así como el algarrobo es el rey de la flora piurana, el piajero (asno o burro) es el rey de la fauna cuadrúpeda de Piura. Y entre las aves, el dorado “chilaco” se lleva la corona. El algarrobo es la imagen vegetal del departamento del departamento, no sólo por su abundancia, si no por sus virtudes. Pareciera que él espíritu piurano se ha confundido y amalgamado con este árbol, que inunda todo el paisaje del departamento de Piura. Apenas el viajero o visitante llega a Piura lo primero que hiere sus pupilas es la figura verde y señera del algarrobo que, según la mayoría de los piuranos, debería figurar en el escudo de la  ciudad. El algarrobo (prosopis pallida) vive en Piura desde tiempos inmemoriales. Y allí ha encontrado su hábitat perfecto porque no se conoce otra zona agraria del Perú donde este árbol crezca tan ufano y tan límpido.  Los conquistadores incas debieron llevar sus semillas hasta el extremo sur del imperio del Tahuantinsuyo, porque en Tucumán (norte de Argentina) se levantan todavía hoy los algarrobos, que deben ser  tataranietos de los duros leguminosos piuranos

En algarrobo se encuentra  en todas partes. Hasta en la comida y la bebida del piurano. Llena todo el ámbito. Crece en el desierto, en medio del arenal sediento, desafiando la inclemencia del sol y sobreviviendo de la humedad subterránea. Bordea las orillas de los ríos y lagunas puebla las haciendas y las “inviernas” forma los bosques. Ofrece su sombra, madera, sus hojas, sus flores y sus frutos a los pobres y a los ricos, a los hombres y a los pacientes asnos y traviesa cabras.
El algarrobo sobre todo obsequia su fruto o vaina, de color dorado, que no solo sirve de pasto para los animales, sino que hervida y concentrada produce la famosa algarrobina, espesa y morena, base de los cocteles  más agradables que se conocen en nuestro país, y cuya fama afrodisíaca a traspasado las fronteras nacionales. Así, el algarrobo es la bendición de Piura.
Según Martha Meier Miro Quesada, “Basta su presencia para hacer más habitable el desierto, detener el avance de las dunas, mantener el nivel de las aguas subterráneas, fertilizar el suelo con sus hojas caídas” y dar vida a árboles y arbustos asociados. Tal cantidad de ventajas y beneficios ha dado lugar a la explotación indiscriminada de este utilísimo árbol, considerado el “maná del desierto”, y a su práctico exterminio.

En este sentido, recientemente se ha promulgado la ley 26721 que prohíbe la tala de árboles (algarrobo, faique, sapote, palo verde, palo santo, mata burro) en los bosques secos naturales de Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad. Al lado del árbol tutelar se dibuja la figura del piajeno (burro o asno), la movilidad del pobre. Mientras los ricos se movilizan en sus autos, los campesinos piuranos siguen venciendo distancias sobre el lomo pardo y paciente de sus piajenos. Al lado del algarrobo y del piajeno está la cabra, hasta hace pocos años la señora del campo, que daba su carne y su leche a raudales, aún hoy la mayoría del pueblo piurano bebe su leche de cabra. La leche de vaca se impuso en Piura con la apertura de las carreteras, cuando empezó a llegar gente de otras ciudades. En especial de Lima, que la reclamaban para sus desayunos. La leche de cabra sirve también para fabricar los famosos “quesillos” blancos y frescos, que con miel de chancaca forman un plato digno de los mejores paladares del mundo. La leche de cabra es la base de las famosas natillas, típico postre piurano.las cabras que abundan en los campos son las que proporcionan la carne para el famoso “seco de cabrito con tamales”. Los cabritos tienes que ser muy tiernos, apenas de dos meses, para ser sacrificados.

4.2. EL TONDERO

Precisar el significado del término “tondero”continúa  generando  polémica, al lado  de  los  que  derivan  del  latín “tondear”, están  los que  sostienen  que  es  la  deformación  de “lundú” denominación de un baile tradicional, y de “lundero”(el bailarín de lundú).con el tiempo, este baile fue perdiendo figuras y formas hasta unificarse en “tondero” como baile y vocablo.

El tondero es muy expresivo, de ritmos muy alegres, vivaz y atrevido. En el desenvolvimiento del baile se figura el rodeo que el gallo hace a la gallina, la persigue, la mide hasta que llega a cogerla por el cuello. Es por eso cuando se baila en Morropón, es frecuente escuchar:
            ¡Dale, toma, entra,
            Cógela y muérdele el cuello
            Toma, echa, así!

En toda la costa del departamento de Piura se baila en tondero, pero en cada provincia, pueblo o distrito se baila con diferente modalidad. Así tenemos que el tondero que se baila  en Morropón es  diferente al de Catacaos y al de todos los otros pueblos del bajo Piura. El tondero de Morropón es lento, rítmico y cadencioso, con pausas intermedias, tiene que ser interpretado von guitarra, cajón y el complemento orquestal de latas y quijadas de burro.
La mujer contonea las caderas, provocando al hombre, haciendo quites sorpresivos y levantando discretamente su falda con la mano izquierda apoyada en la cadera, sin separarla de ésta durante todo el baile, salvo en la fuga o zapateo, cuando usan las dos manos para alzar el ruedo de su falda, cuidando de no exagerar sus movimientos.
El hombre, siempre listo para poder coger o carrear a la mujer, baila siempre sin dejar de mirarla y moviendo el pañuelo de arriba abajo, como limpiando el suelo por donde ella va a pasar, siempre pegándose a la pareja en actitud de careo insinuante.
Ritmo rápido y contagiante  es el del tondero, mucho más que el de la marinera norteña, que muchos creen que es igual. La característica principal de tondero es que él baila siempre inclinado hacia su pareja,  buscando el cuello y la cara, lo que es muy diferente de la marinera pues en ésta el varón baila siempre erguido.

1.3.            FERIAS Y FIESTAS

Como todos los pueblos de nuestra costa, el piurano es fiestero y alegre, y enciende las luces de su devoción y de sus fiestas religiosas. Son concentraciones de fieles auténticamente populares, en las cuales el personaje central y el protagonista real es el hombre común, el campesino humilde, el trabajador corriente. Con razón se ha dicho que la religiosidad popular es un potente factor de identidad regional, de organización social y cohesión cultural. Como toda cita de devociones espirituales, las fiestas regionales, se han convertido en los cuales no sólo brillan la llamas de las velas rituales sino también de deslumbrante metal de las monedas.

En el departamento  de Piura, estas fiestas se han repartido proporcionalmente, por provincias y regiones. Las más importantes son: la semana santa de Catacaos, la feria internacional de Reyes y la fiesta del Señor de Chocán en Sullana, la de Nuestra Señora de las Mercedes en Paita,  la de la Virgen del Carmen en Huancabamba, y el Señor Cautivo en Ayabaca.
                                                        
4.4 LA FERIA DE LOS REYES

Aunque hasta hace algunos lustros esta festividad estaba circunscrita a la cuidad de Sullana, capital de la provincia del mismo nombre, con el tiempo ha alcanzado una dimensión internacional, para convertirse en una feria de transacciones comerciales millonarias, efectuadas entre peruanos, ecuatorianos, y colombianos.

Sullana es uno de los lugares donde todavía persiste una gran tradición gestada quizá desde sus primeros asomos urbanos, la de la celebración de la FIESTA DE REYES,  desde fines del siglo XVIII.  Según don Reynaldo Moya Espinoza, cuando se proclamó la Independencia de Piura el 4 de enero de 1821, la principal autoridad de la Ciudad se encontraba en LA PUNTA, como se conocía a Sullana por entonces, ya que   había concurrido a la   celebración desde la antevíspera.  

4.4.1. LA FIESTA DE REYES. Se celebraba como una gran feria comercial cuyo día principal coincidía con el  de la Adoración de los Reyes Magos (6 de enero), y aquí se congregaban comerciantes y devotos que en varios días rendían culto al Señor de la Agonía, verdadero Patrón de Sullana, hacían sus compras y ventas, y recreaban esas páginas bíblicas en las que aparecen los magos bautizados como Reyes Magos por la tradición, con sus nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. Estas actividades se realizaban en los alrededores de la plaza de armas y calles adyacentes en el centro de Sullana. 

A nivel popular se realizaban las famosas “bajadas”, donde entre lo religioso y mundano los sullaneros se divertían y alternaban entre los diferentes propietarios de nacimientos que en algunos casos veían en su realización una especie de estrategia de sobrevivencia que les daba una  tranquilidad temporal para conseguir alimentos.  En medio de esta celebración aparecían las pastoras ricamente adornadas con vestidos de satén o de papel crepé quienes acompañadas por un pastor desde antes de la navidad venían a cantar al Niño todas las noches  una serie de villancicos que ahora no se cantan más. 




4.5.           LA SEMANA SANTA EN CATACAOS

La Semana Santa, que se celebra en Catacaos desde 1547, es la fiesta religiosa más grande de la costa-norte del Perú, a la cual acuden numerosos peregrinos de las zonas aledañas. Durante 7 días, impresionantes manifestaciones masivas de fe y devoción llena las calles y los corazones de los piuranos. La celebración se inicia con la procesión del Señor Triunfante, el Domingo de Ramos, cuando la imagen es conducida sobre  una pollina blanca.

El día lunes desfila primero el Señor Cautivo, luego, San Juan y la Dolorosa. El día martes las mismas efigies. El miércoles el orden es Cristo de pie y luego Cristo de hinojos, llevándose a cabo la ceremonia llamada “el despedimiento”, que consiste en el encuentro de la imagen del Cristo arrodillado con los demás santos, jueves santo no sale la procesión, que el día anterior ha retornado al templo, en esta ocasión se nombra al “depositario”, a quien se hace entrega de la “llave de oro”condición que le obliga a ofrecer el “banquete de los 7 potajes” a las autoridades, sociedades, cofradías y asistentes  a la misa. Se calcula que ha este banquete asiste por lo menos mil personas, quienes son exquisitamente atendidas.

Las ceremonias del viernes Santo se realizan con la asistencia de todas las autoridades, que después pasan a casa del “doliente”personaje de gran figuración nombrado por lo fieles, quien ofrece un banquete a base pescados y mariscos. Terminando el almuerzo viene el sermón de las 3 horas, siguen las ceremonias ante el Santo Sepulcro, adonde el “doliente” va vestido de luto por la muerte del señor. Se calcula que este día la concurrencia alcanza la cifra de cuarenta mil devotos. El sábado de Gloria se realizan los bailes sociales y repican las campanas. El domingo de pascua, a las cuatro de la mañana, se llena el templo y la procesión recorre  el pueblo todo el día. Aquí  se  lleva a cabo la ceremonia  del encuentro  del            “encuentro” entre San Juan y las Tres Marías ante el sepulcro de Cristo. Todo termina en la casa del procurador de cada cofradía, donde se realiza la fiesta final, a la que deben acudir los miembros de cada cofradía con sus respectivas esposas.

4.6.    LA FIESTA DE LAS MERCEDES

Paita  se llena de gente y viste de gala todos los años del 22 al 24 de setiembre, cuando se celebra en el puerto la Fiesta de  Nuestra Señora de las Mercedes, “Gran Mariscala y Patrona de la Armas de Perú”una semana antes día central, que es el 24 se llevan a cabo en el templo principal novenas y rezos, con una extraordinaria asistencia de Paiteños y Piuranos, en preparación para la gran procesión de la Virgen, con la  concurrencia de miles de  personas de todas las condiciones sociales, predominado los pescadores y trabajadores del puerto. Las fiestas familiares, de almuerzos y << comilonas>>, se ponen a la orden del día, y las Paiteñas que llevan el nombre de la Virgen, las <<las meches>>, son celebradas y festejadas por sus amigos y familiares. En los restaurantes y puestos de venta, vivanderas y chicherías, los más variados pescados y mariscos figuran den los prolongados banquetes, santiguados con chicha, cerveza y anisado. Los cebiches de Paita son los más solicitados. Paita es el único pueblo  del donde el ceviche se come con “galleta de agua”, que reemplazan a los tradicionales camotes, las yucas o el choclo sancochado.

4.7.    EL SEÑOR CAUTIVO DE AYABACA
No bien terminada la festividad de la Virgen de las Mercedes, muchos peregrinos salen rumbo a Ayabaca-capital de la provincia del mismo nombre para honrar al Señor Cautivo, en la más antigua devoción religiosa del departamento, que se remonta a más de 200 años atrás. La celebración  se inicia el día 3 de octubre con el multitudinario paseo del estandarte del señor Cautivo.
La primera salida es el 12, acompañado de la Virgen del Pilar, previamente, en una tarea reservada exclusivamente para varones, la imagen ha sido limpiada, se le arreglado el pelo y puesto un traje nuevo, que será cambiado diariamente para las procesiones.
Pocos días antes de la fecha central 13, columnas ininterrumpidas de vehículos, acémilas, y peatones trepan por los cerros empinados de los Andes piuranos para llegar hasta los pies de la ensangrentada imagen, un milagro del Señor Cautivo a solicitar una gracia, un milagro, un favor. La impresionante efigie del Cristo Moreno, con las manos atadas y cruzadas al pecho, vestido de púrpura y dorado, en el fondo del templo repleto de devotos, se ilumina con las luces de los cirios y las lámparas. Hasta allí llegan fieles de todos los rincones de la región y en cada pueblo de procedencia de los peregrinos  participan en una misa de despedida.
De Catacaos parten ataviados con sus características bandas bordadas, de Lima retornan los Ayabaquinos  residentes en la capital, también  acuden Ecuatorianos y Colombianos cargados con sus mercaderías y golosinas. Ayabaca se convierte, en medio de ceras  y sahumerios, en un inmenso campo ferial que moviliza enormes capitales y toneladas de mercadería.

Los peregrinos partes de sus pueblos en grupos, caminado durante varios días, durmiendo a la intemperie si es necesario, con tal de cumplir con las promesas hechas por su devoción. Muchas veces se puede encontrarse niños de corta edad marchando con estos grupos, pues esta costumbre está  muy arraigada. Por  falta de hoteles, el 70% de las viviendas particulares alquilan habitaciones a los visitantes. Aun así, muchos deben pernoctar en las carrocerías de sus camiones y camionetas,  atestando las estrechas y enlodadas calles de la ciudad, otros optan por dormir en el piso del templo, en donde en días anteriores se han retirado las bancas, precisamente para hacer espacio a los peregrinos.

En esta fiesta hacen su agosto los comerciantes de telas y dulces y los fabricantes de los famosos jamones Ayabaquinos, considerado como un potaje sin par, hasta el punto de que muchos gastronómicos los estiman superiores a los jamones  ingleses. Por la calles de Ayabaca se vende la famosa, panelas, los sabrosos, bocadillos, las blancas y espumosas, calaveras y los suaves y oscuros rallados, dulces hechos a base de chancaca y maní, que los visitantes compran por cantidades.

4.8.    DÍA DE LOS DIFUNTOS

El homenaje a los muertos se inicia desde el atardecer del 1 ° de noviembre con la coronación de los Angelitos y se prolonga casi durante 24 horas. Por la noche, la costumbre de las velaciones convierte los cementerios de Piura, Catacaos, La unión, Sechura y otros, en ciudades llenas de luces, por las innumerables velas encendidas. La familias se reúnen en torno las tumbas de sus finados con comidas y bebidas (sobre todo las que eran del agrado del muerto), e incluso con guitarras. Son también tradicionales en esta las llamadas roscas de muerto, grandes panes dulces.